

Washington cierra su servicio contra la desinformación extranjera
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, anunció el miércoles el cierre del servicio contra la desinformación proveniente del extranjero con el argumento de "defender la libertad de expresión".
El cierre de dicha oficina ocurre cuando expertos advierten contra el riesgo de campañas de desinformación desde China y Rusia.
Rubio justificó el cierre por la necesidad de "defender la libertad de expresión de los estadounidenses".
"Bajo la administración anterior, este servicio que cuesta cada año más de 50 millones de dólares a los contribuyentes, gastó millones para hacer callar las voces de los estadounidenses que se supone debía defender", aseguró el secretario de Estado.
En una entrevista concedida al sitio Foundation for Freedom Online y redifundida por el Departamento de Estado, Rubio indicó que los fondos ahorrados por el cierre de ese servicio servirían para difundir un mensaje "pro-estadounidense" con miras a defender "la libertad de expresión amenazada en el mundo entero".
Sin mencionar ni a Pekín ni a Moscú y sin dar mayores detalles, Rubio dijo que "hay casos" en Europa occidental "donde alguien postea algo en línea y después llega la policía y tú vas a prisión por 60 días".
"Si un país o un grupo de países, en el caso de la Unión Europea (...), arremete contra los estadounidenses por sus comentarios, esto se convierte en una fuente de irritación para Estados Unidos" e incluso va más allá, indicó.
"Esto podría llegar a amenazar (...) potencialmente a altos funcionarios en Estados Unidos", agregó.
El anuncio del Departamento de Estado llega cuando se supone que la diplomacia estadounidense debe proponer cortar su presupuesto a la mitad.
El servicio antidesinformación, fundado en 2016 bajo el nombre de Centro de Participación Global, ha estado durante mucho tiempo en el punto de mira de los legisladores republicanos.
M.Ajlan--al-Hayat